El nombre del siguiente iPhone solo puede ser uno



El año pasado estuvimos perdidos hasta el último momento con la denominación del flagship edición especial décimo aniversario: ¿Sería iPhone 8? ¿iPhone Special? ¿simplemente iPhone? Una filtración nos sacó de dudas horas antes: iba a ser iPhone X.

Pero, ¿qué pasará ahora con los iPhone de 2018? Desde Mashable han lanzado una propuesta: iPhone, a secas. Y algo de razón no le falta: nos hemos perdido ya con las “s”, los “Plus”, el “SE” y ahora los números y las letras. ¡Ya basta!

Si tenemos MacBook, iPad o iPod Touch, ¿por qué no hacer lo mismo y adoptarlo, de modo que sea simplemente iPhone? Sí, está claro que sirve para diferenciar, pero también lo haríamos diciendo que es el iPhone de 2018. ¿Cuestión de marketing para centrar la atención de los potenciales clientes? 

Quizás es momento de algo nuevo.



Por qué Apple sigue usando números en sus iPhone

Una cosa es cierta: este año Apple va a lanzar 3 modelos de iPhone, con lo cual podría haber cierta confusión con los usuarios y su intención de compra. Pero podría seguir siendo iPhone a secas y dejar las denominaciones Pro, Plus o Edition, siguiendo otras denominaciones de la marca.

Pero si Apple sigue lanzando móviles cada año – varios, para ser precisa -, el número ayuda a diferenciarlos, de modo que sepamos que el iPhone 6s es el primero que integraba 3D Touch o el iPhone 7 el que desterró la conexión Jack para siempre. Son cosas que ayudan y sirven para vender. Y es que si decimos que el iPhone 8 fue el primero en integrar carga inalámbrica, el iPhone 6 suena muy, muy viejo.

Los números denotan edad, por eso no es casual que los Macs no usen número. Después de todo, no te cambias de ordenador tan rápido como lo haces de teléfono. Además Apple quiere que encuentres razones para cambiarte de móvil cada año, de ahi su programa de actualizaciones.



El antes y el después del iPhone X

Pero el iPhone X fue disruptivo a todos los niveles: para la competencia – que ha encontrado un filón en el que inspirarse tanto en diseño como en especificaciones -, para la propia Apple y su estética y cómo no, para sus usuarios.

Con el iPhone X Apple cambió de estrategia, lanzando dos teléfonos continuistas y uno rompedor. Hasta la X de su nombre rompe con todo lo anterior, dejando que el iPhone 9 caiga en el olvido.

El iPhone X rompió con todo lo anterior, por lo que quizás sea momento de cambiar también el nombre. El número en el nombre ya no tiene sentido. ¿Compraría alguien un iPhone 8s estando el iPhone X del año anterior en el mercado? ¿Habrá un iPhone XI? ¿Lo pronuncias como iPhone “equis” o iPhone 10? ¿Se ha pasado Apple a los números romanos, pero siguen siendo números? 
¿Habrá un iPhone Xs?

Los iPhone nunca han sido baratos – aunque merece una explicación aparte hablar sobre qué es caro y barato o las leyes de la oferta y la demanda -, pero el iPhone X sobrepasa holgadamente los mil euros.

Según el propio Tim Cook, el iPhone X cuenta con tecnología para la próxima década y ademas es el salto más grande desde el iPhone original. Leyendo esto, uno puede pensar que dada la inversión y la calidad del producto, quizás este superciclo inminente traiga consigo unos terminales más caros pero también más longevos.

Mucha confusión que se solventaría eliminando los números y apostando por un proyecto en el que quizás pagar más tendría sentido, siempre y cuando este teléfono sea algo más. Esto sí que sería ser sostenible y no lo que vimos en su último anuncio sobre medio ambiente.

El nombre del siguiente iPhone solo puede ser uno: simplemente iPhone.

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