La llegada de internet a nuestros hogares hace unos cuantos años y su posterior implantación en los teléfonos móviles no sólo parecen haber cambiado nuestra forma de comunicarnos, trabajar y socializar sino que ahora también podrían cambiar nuestra anatomía, o al menos la forma de nuestros ojos, según asegura el oftalmólogo Andrew Bastawrous.
Si hace tiempo ya se especulaba con cómo se estaban reforzando nuestro pulgares fruto del uso continuado del smartphone, ahora parece ser que la forma de nuestro ojo se está adaptando para ver de cerca mucho más que hace una década, causando el crecimiento del globo ocular, algo que podría desencadenar el desprendimiento de retina, glaucomas y otras enfermedades relacionadas… y no, ¡no hay app que pueda remediarlo!
El crecimiento del ojo tiende a reducirse durante la adolescencia para finalmente parar, algo que ahora mismo no se da. El ojo parece seguir creciendo y es un hecho que se da en todo el planeta, pero más en Asia. En algunos países como Singapur, más del 90% de los adolescentes son miopes. La teoría inicial es que esta gente realiza más actividades que requieren enfoques de cerca, como la lectura de su smartphone. Hay evidencias de que esta tendencia está sucediendo demasiado rápido como para que se trate de algo originado por el medio ambiente o la genética. Los últimos datos sugieren que el factor más importante es que pasamos más tiempo en el interior de lo que solíamos hacerlo.
Obviamente, cuanto más tiempo pasamos en el interior leyendo pantallas, menos lo hacemos en el exterior, mirando a lo lejos. Si antes ya lo hacíamos con los videojuegos, ahora el combo consolas + tablets + smartphones podría haber acelerado el proceso.
Por otro lado, también sugiere que cuanto más tiempo dedicamos a los smartphones, menos miramos a los ojos, algo que repercute en la empatía y bienestar social. Así que aunque suene descabellado, sigue siendo recomendable restringir el uso de las tecnologías a los más jóvenes y desde luego, hacerlo con algo de sentido común.
Via | CultofMac
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