¿Estrenas iPhone? Haz estas 13 cosas

Este mes ha sido de cambios para muchos de nosotros, la llegada de los nuevos iPhone XS y iPhone XS Max han abierto la puerta a sustituir nuestro dispositivo por otro.Este ritual se repite muy a menudo, quizás haya personas que lo hagan cada año y otros cada 2 o 3.

La cuestión es que hay una serie de ritos que se suelen seguir, en mi caso están muy marcados y son estos que refiero a continuación. ¿Sigues alguno de estos? ¿Cuáles son los tuyos? Vayamos a por ellos.



Mis rituales a la hora de estrenar un iPhone

Despejar la mesa

Sí, no quiero que haya nada que me moleste. Llego a casa y me voy a a mesa del despacho, extiendo un paño limpio y me doy el placer de quitar el precinto y sacar el teléfono con cuidado. Vaya tontería ¿no? No creas, los últimos iPhone con cuerpo de cristal son muy frágiles
.
Accesorios, ni tocarlos.

Efectivamente, los dejo en su caja. Nunca cargo mi iPhone con el cable original ni utilizo el cargador de la caja. Tengo varios en casa que uso indistintamente, amén de una base de carga inalámbrica. Los auriculares tampoco, tengo AirPods. La tontería de no tocar nada de esto, ni el manual, ni el pincho ni las pegatinas me sirve para vender todo al año siguiente como un buen pack, y obtengo mayor beneficio.


¿Y como abres el bandeja de la SIM? Tengo un pincho en casa de otro iPhone, y si no lo encuentro con un simple clip de oficina.

Protector y funda preparadas

En cuanto quito el vinilo de recubrimiento el iPhone recibe su protección, una funda y su protector de cristal templado. ¿Hemos de recorrer de nuevo lo frágiles que son?

Fuente: The Tab
Quitar lo que no usaré

Sí, no uso en el iPhone ni Garage Band, ni Apple Music, ni Clips, ni KeyNote, ni iMovie ni iTunes U. Algunas de estas las uso en el iPad, prefiero ese tamaño y no me veo editando un documento de Pages en el iPhone, otras no tienen cabida de momento en mi vida.


Silencio


Es raro que lleve el iPhone con sonido, por lo que en cuanto sale de la caja lo que hago es pulsar el conmutador de silencio, y así se va a quedar durante el 95 por ciento de su vida útil.

Completar Wallet

Sí, activo mis tarjetas en Wallet. Pagar desde el dispositivo es una gran comodidad y nada más activar el iPhone es una de las acciones que realizo.


Ponerle nombre


Cambio el nombre de mi nuevo dispositivo en Ajustes>General>Información. Para mí no hay nada más impersonal que un iPhone llamado simplemente así.

Activar el porcentaje de la batería

Aunque es algo que ya no se hace desde el iPhone X, pero era una de mis prioridades en cuanto a opciones de configuración.


Comprobar el 3D Touch


Sí, sé que va a funcionar y no habrá problemas, pero me gusta pulsar sobre el icono de Ajustes y probar por ejemplo, que funciona activando el Modo de Bajo Consumo. Manías que tiene uno.


Instalar un nuevo fondo de pantalla
Es hora de hacer cambios, nuevo iPhone y nuevo fondo, no vale el del teléfono anterior. Así la sensación de novedad se ve acrecentada. ¿Conoces nuestra sección semanal de wallpapers? Sin embargo dejo el tono de llamada, total, apenas lo escucho.

Hacerme una llamada

Si estoy solo utilizo otro teléfono para ver que la recepción es buena, si estoy acompañado le digo a esa persona que por favor me llame. Así de paso compruebo el altavoz y micro.


Un último vistazo a la App Store


Es el momento de echar un ojo a la tienda de aplicaciones, desde iOS 11 tiene un aspecto más apetecible y puede que caiga alguna app nueva, ya sea gratuita o de pago.


Ponerlo a cargar tras configurarlo


Otra manía, es el momento de ponerlo a tope de batería. Desde que hay iPhone con carga inalámbrica me decanto por esta opción como preferente, y si lo hago con cable utilizo alguno de marcas compatibles, los cables de Apple siguen sin gustarme.

¿No sería más fácil restaurar desde tu copia de seguridad y te ahorras estas cosas?


Sí, me ahorraría las referidas a configuración, pero soy el tipo de persona que gusta de comenzar de cero cada vez que estreno un iPhone. Es como resetearse y volver a empezar, con lo que la sensación es diferente. A fin de cuentas, es algo que ocurre una vez cada un año o dos.

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