El mercado de los smartwatches parece haber tocado techo hace ya algún tiempo. Aunque tomó cuerpo y disparó las ventas en 2015 gracias al lanzamiento del Apple Watch, un verdadero éxito de ventas en sus inicios, a partir de entonces tanto la compañía de Cupertino como el resto de fabricantes han experimentando una continua caída de las ventas que se ha acelerado de forma abrupta durante el tercer trimestre de 2016.
Según el último informe elaborado por la consultora IDC, las ventas de wearables inteligentes, esto es, aquellos capaces de ejecutar aplicaciones de terceros, han caído por encima del 50% durante el tercer trimestre de este año y con respecto a las ventas del mismo período del año anterior. Y aunque el reloj de la manzana también ha visto caer sus ventas, el Apple Watch ha logrado mantener la posición hegemónica que ya se arrogó desde el mismo momento de su lanzamiento en abril de 2015. ¿Cómo queda entonces el mercado global de los smartwatches? ¿Qué papel juega el Apple Watch en él? ¿Tienen fecha de caducidad el Apple Watch y el resto de smartwatches?
El impulso del Apple Watch
A finales de abril de 2015 el Apple Watch salía a la venta en un primer grupo de países. Desde ese justo momentose apoderó del primer puesto en ventas a nivel global, arrebatándoselo así a Samsung, su mayor competidor. La llegada del Apple Watch, precedida por más de seis meses de alimentada expectación, unida también a otros dispositivos de relativo éxito como los de Huawei, impulsaron al alza un segmento que hasta entonces parecía no despegar.
Los relojes inteligentes no los inventó Apple, ya existían antes de la irrupción del Apple Watch, pero fue éste el que los puso de moda, o al menos eso parecía. Año y medio después, con una segunda generación ya en marcha y una edición Watch Nike+ a punto de ver la luz el próximo viernes, ni tan si quiera el reloj de Apple ha sido capaz de desmentir lo que muchos aventuraban como un espejismo.
Las ventas de smartwatches caen en picado, pero el Apple Watch se mantiene líder. Esta es una de las conclusiones a las que nos conduce el último informe elaborado por IDC. Trimestre tras trimestre las ventas de estos dispositivos están sufriendo una caída continuada que, para el tercer trimestre de 2016, se estima en un -51,6%, más de la mitad, habiendo pasado de 5,6 millones de unidades vendidas en el tercer trimestre de 2015 a 2,7 millones en el mismo período del año actual. Y aunque el Apple Watch también ha visto reducidas sus ventas de manera sobrecogedora, ha logrado mantener su posición hegemónica por encima de toda la competencia.
La explicación más sencilla a esta respuesta es que parte de cifras de venta superiores sin embargo, el estudio de IDC nos revela algunas claves que debemos de considerar. Así, el tercer trimestre de 2015 fue el primer período completo en el que el reloj de Apple estaba disponible ya a nivel generalizado; hasta entonces, sus ventas estaban limitada a ciertos países, en aumento, pero no a todos en los que opera la compañía. Esto, unido al “boom” inicial, aportó una cifras que bien podrían no corresponderse con lo que sería la tendencia real, es decir, cifras “demasiado” abultadas (no falsas).
Por otra parte, tan sólo durante las dos últimas semanas del tercer trimestre de 2016 ha estado disponible la segunda generación del Apple Watch (el modelo Nike+ aún no ha salido a la venta). Aquí actúa un factor contrario: la expectación ante un dispositivo actualizado reduce las ventas pues muchos usuarios esperan a adquirir el último modelo.
Todo esto esto os puede sonar a excusa, ciertamente, pero no lo es. El Apple Watch está en la línea del resto de smartwatches, y por ello sus ventas también caen. Es decir, es un dispositivo excesivamente dependiente del iPhone que, en gran medida, “repite” lo que ya tienes en el teléfono. Esto, para muchos usuarios, entre los que me incluyo, lo hace inútil, y acaba por cansar, mientras que su utilidad se demuestra para un público más concreto, principalmente aquel que practica deporte y está muy interesado en su salud.
Por contra, su diseño y calidad es muy superior a la competencia, y quien lo haya tenido es consciente de ello.Esto es lo que permite que, en un entorno generalizado a la baja, el Apple Watch continúe siendo el líder (a pesar de la espectacular caída experimentada) por delante de Garmin, Samsung, Lenovo (Motorola) y Pebble, que ocupan los puestos segundo a quinto en este orden.
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