La carcasa del iPhone 6S está hecha "de otra pasta" y supera con nota la prueba del #bendgate


La observación externa de los componentes filtrados del iPhone 6S ya apuntaban a que la nueva carcasa, aun estéticamente idéntica a la de la generación actual, estaba reforzada en los puntos más delicados de su estructura; probablemente como una solución más efectiva que la sustitución sin preguntas de los terminales víctimas del #bendgate.

Ahora, Unbox Therapy ha puesto toda la carne en el asador y no solo ha sometido a la nueva carcasa a una prueba de presión para calcular su resistencia, sino que también ha recurrido a unespectrómetro de fluorescencia de rayos X para analizar la composición de ambas piezas; primero la del iPhone 6 disponible actualmente y luego la del iPhone 6S que sin duda se pondrá a la venta a partir del próximo mes de septiembre.

La primera conclusión del análisis es que mientras que el iPhone 6 está fabricado con aluminio de la serie 6000, una aleación con silicio y magnesio fácil de moldear que la convierten en la más utilizada comúnmente; el iPhone 6S dará el salto a la serie 7000, una aleación con zinc mucho más resistente que se utiliza en la fabricación de aviones.

Este material tiene una resistencia de 504 megapascales frente a los 290 de la serie 6000, aunque también tiene sus inconvenientes: es más propenso a la corrosión (para evitar lo cual, Apple parece haber optado por un nuevo proceso de anodizado más intenso) y sobre todo, es mucho más caro de producir al tener una demanda muy inferior y requerir de más trabajo para su transformación.

La segunda conclusión es que, en efecto, la carcasa del iPhone 6S es considerablemente más resistente que la de la generación actual, resistiendo más del doble de la presión que el modelo anterior antes de doblarse. Y eso sin otros componentes internos que puedan influir en la prueba aún más a su favor.

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